Balance de la vid y el Papel en el Diseño del Viñedo (Vine Balance and the Role of Vineyard Design)

Jim Wolpert, Universidad de California, Davis

El balance de la planta de vid puede ser definido como una condición en la cual: 1) el crecimiento de los tallos de la vid provee suficiente área foliar para que la cosecha madure adecuadamente y, 2) la cosecha por unidad de superficie (por hectárea o por acre) cumple con las metas del productor y del viñedo.

El crecimiento de la planta de vid es el resultado de una compleja interacción del suelo, clima, capacidad del sistema radicular de la planta, capacidad del porta-injerto y de los injertos, densidad de las plantas de vid, sistemas de enrejados utilizados en la plantación, la densidad de los tallos y las prácticas culturales. Los primeros seis factores son seleccionados en el momento en el que se establece el viñedo y no puede ser fácilmente cambiados a menos de que se empleen importantes cantidades de insumos, sin embargo, el productor tiene control sobre la densidad de los tallos y las prácticas culturales que alteran el crecimiento y la producción del viñedo.

Densidad de los Tallos

Investigaciones recientes sugieren que la densidad de los tallos (número de brotes por metro lineal), controlado durante la poda, es un componente critico del balance de la vid. El rango más frecuentemente recomendado es de 12 a 15 brotes por metro en un dosel o canopy no dividida. Si la densidad de los brotes es muy grande, la entrada de luz se ve limitada, provocando una reducción de la calidad y/o la cantidad de fruta. Pero si los brotes están demasiado separados unos de otros (en vides débiles), la superficie cubierta por el fruto (número de brotes por hectárea) se reduce y por lo tanto pudiesen presentarse pérdidas económicas ya sea por unidad de superficie y por planta de vid.

Otra interacción crítica que el productor debe considerar es que el número de brotes o tallos afectará el largo de los tallos. Si el número de tallos excede la capacidad de la planta de vid, entonces los tallos serán más cortos y probablemente no serán capaces de producir suficientes hojas o área foliar (12 cm2/g) para que el racimo madure. Sin embargo, si hay pocos tallos, el exceso de hojas, área foliar por tallo, fomentará el desarrollo lateral de las hojas en la zona de fructificación.

Por lo tanto, a cierta densidad de tallos por metro lineal (por ejemplo 12 a 15 tallos/m), el largo de los tallos dependerá de la distancia entre las plantas de vid en las hileras. Otra manera de discutir este asunto es diciendo, que el espacio entre plantas de vid puede ser usado para controlar el largo del tallo, el largo de los tallos dependerá de la combinación sitio/patrón/portainjerto que utilice cada viñedos. Si se tienen vides vigorosas, aumentar el espacio entre las plantas, incrementará el número de tallos por planta pero los tallos serán más cortos. Mientras que en un viñedo de plantas no vigorosas disminuir el espacio entre plantas disminuirá el número de tallos por planta y aumentará el largo de los tallos, permitiendo el mejor desarrollo del dosel o canopy. Pensar de esta manera es poco usual, pero la decisión sobre el espaciamiento de las plantas de vid ilustra la importancia de las decisiones que el productor debe tomar en el momento de plantar sus vides.

La dificultad, por supuesto es que el productor tenga conocimientos de cómo integrar todos estos factores para controlar el crecimiento de sus vides, no mucho y no poco. Aunque productores en California tienen una gran experiencia tomando estas decisiones, siempre se necesita y se aprecia el tener más información disponible en esta y otras regiones.

Prácticas Culturales: Espaciamiento en las hileras y entre las hileras

Plantas de vid balanceadas, crecimiento adecuado. Fotografía tomada por Jim Wolpert, Universidad de California, Davis.

En estudios recientes, apoyados por una amplia investigación, investigadores italianos han presentado un excelente caso. Ellos han señalado que la decisión del espaciamiento entre plantas de vid en la misma hilera es más importante que el espaciamiento entre hileras en términos del crecimiento de la vid. En California, por ejemplo es más común encontrar errores cuando las vides se siembran más cerca, que cuando se siembran a mayor distancia. Los enmallados VSP y los equipos agrícolas actuales en los que la distancia entre ejes es menor hilera han permitido reducir la distancia entre plantas de vid de la distancia tradicional de 12 pies a 6 pies. Esta reducción del espacio entre las hileras ha provocado que también se reduzca es espacio entre plantas. Sin embargo, estos factores (en las hileras y entre las hileras) deben considerarse independientemente cuando se toman decisiones en el viñedo.

La filosofía de sembrar las plantas de vid poco espaciadas (en las hileras) está basada en el tamaño y la habilidad para competir de la propia planta. En general, poco espaciamiento puede funcionar en viñedos donde las plantas son pequeñas, cuando el viñedo está establecido en un sitio donde los suelos son delgados, poco fértiles y contienen poca o nula humedad/irrigación. Controversialmente, hay la creencia que estas vides competirán por los nutrientes y el agua, y que esta competencia regulará su crecimiento, produciendo vides más vigorosas.

Sin embargo, poco espaciamiento entre las vides ha sido recomendado en suelos profundos (> 2m de área de enraizamiento), fértiles, arcillo-limosos, y los llamados piso de valles. La experiencia señala que estos productores han batallado para controlar el crecimiento vegetativo de sus plantas. La tendencia del poco espaciamiento entre plantas y entre hileras se ha usado el Valle Willamette en Oregón, donde los productores tienen que lidiar con vides muy vigorosas, inclusive las que están sembradas en las laderas ya que los suelos son muy profundos y retienen suficiente humedad que dura hasta finales de la primavera.

Los productores deben tener cuidado cuando seleccionan los porta-injertos y cuando deciden a qué distancia los van a sembrar. Ya que se han tomado estas decisiones, el productor deberá decidir el sitio donde sembrará y el tipo de injerto que utilizará. Sin embargo, antes de que el productor tome cualquier decisión es importante que tome en cuenta la experiencia de otros productores y los trabajos de investigación que se han hecho, ya que no siempre el sembrar las vides más cerca será bueno para el balance del viñedo.

Ya que el viñedo está establecido y el productor decidió la distancia entre plantas, este deberá lidiar con las consecuencias de las decisiones que tomó. Cuando el crecimiento es menor del que se desea, corregir es sencillo. Como se ha mencionado anteriormente, reducir el número de tallos puede hacerse podando, poda, se pueden dejar menos de 12 tallos por metro lineal para aumentar el largo de los tallos tallo y llenar el dosel o canopy. Sin embargo, esto no es lo ideal ya que reducir el número de tallos (y el número de racimos) por hectárea causará un mal uso del espacio del viñedo porque existirán espacios vacios entre los doseles o canopies. Prácticas culturales como la irrigación y la fertilización pueden también ser utilizadas para estimular el crecimiento de la vid. Estas prácticas pueden potencialmente aumentar la tasa de crecimiento de los tallos y la fruta, permitiendo que los tallos se mantengan en una densidad ideal. Sin embargo estos insumos pueden ser costosos y a la larga puede ser ineficiente utilizarlos.

 

Demasiado espaciamiento entre las vides puede producir un bajo crecimiento por planta de vid. Fotografía tomada por Photo Jim Wolpert, Universidad de California, Davis. Vides estresadas podrían presentar un crecimiento pobre no llenando el área del dosel o canopy. La aplicación de ciertos insumos o la reducción del espaciamiento entre las vides podrían ser necesario. Fotografía tomada por Patty Skinkis, Universidad Estatal de Oregón.

Los espacios en el dosel o canopy entre las vides indican un manejo o espaciamiento inadecuado.

Controversialmente, cuando los tallos crecen demasiado, hay muy pocas opciones para corregir el problema y balancear las vides. Este problema es muy común en regiones con inviernos lluviosos, primaveras húmedas y suelos fértiles. Como resultado de estas condiciones, los tallos de las vides crecen excesivamente antes de que la posibilidad de manejar el sistema de irrigación sea una opción viable para regular el crecimiento de la planta. Cuando la humedad del suelo y la fertilización tampoco son un limitante, no es posible manipularlos para controlar el crecimiento de las plantas. En lugares donde se practica la fertilización y la irrigación temprana, estas prácticas podrían regular el crecimiento cultivos de cobertura ya que se ha demostrado que estas prácticas pueden reducir el crecimiento de la vid.

 

Excesivo crecimiento en sistemas de formación colgantes. Fotografía tomada por Jim Wolpert, Universidad de California, Davis. Excesivo crecimiento en un sistema VSP. Foto tomada por Patty Skinkis, Universidad Estatal de Oregón.

Algunos ejemplos de vides con excesivo crecimiento.

En sitios muy vigorosos, una de las pocas herramientas que se tienen para controlar el vigor de las plantas incluye el permitir que una cubierta de pastos perenes se establezca entre las hileras de vides, esto crea una competencia por el nitrógeno del suelo entre el pasto y las vides. En algunos casos, donde la densidad de los viñedos es muy alta, los productores pueden decidir quitar algunas plantas de vid para darle más espacio a las otras, de manera que crezcan y alcancen su balance. Este no es un método de manejo recomendado, pero en algunos casos puede necesitarse. Cambiar el sistema de formación o moldeado de las vides a uno con cortinas múltiples tampoco es viable ya que en muchos viñedos en donde la distancia entre las plantas es pequeña no será posible la colocación de mallas entre dos sistemas de formación, moldeado o enrejado.

Si el crecimiento de las plantas de vid no se reduce utilizando un cultivo que compita con ellas o removiendo algunas plantas de vid, esto causará muchos problemas y los costos sobre todo del manejo de los doseles o canopies aumentarán significativamente. En algunas regiones donde existen viñedos de alta densidad y alto vigor los costos del manejo se incrementarán significativamente. Estos costos incluirán corte de tallos, re acomodo de tallos, coberturas, remociones laterales, eliminación de cultivos secundarios y adelgazamiento del cultivo.

Resumen

El crecimiento de los tallos y el balance de la planta de vid son sencillos cuando el viñedo es diseñado de tal manera que integra los diferentes aspectos del crecimiento de la planta, como el sitio del viñedo, el porta-injerto, el injerto, la densidad de la plantación, y las diferentes prácticas culturales. Tenga cuidado en aceptar tendencias en el diseño del viñedos, investigue diferentes sitios y regiones antes de determinar la espaciamiento de sus vides.

Citas:

Intrieri, C. and I. Fillipetti. 2000. Planting density and physiological balance: Comparing approaches to European viticulture in the 21st century. In: Proceedings of the ASEV 50th Anniversary Annual Meeting, pp 296-308, American Society for Enology and Viticulture, Davis, CA.

Kliewer, W. M. and N. K. Dokoozlian. 2000. Leaf area/crop weight ratios of grapevines: Influence of fruit composition and wine quality. In: Proceedings of the ASEV 50th Anniversary Annual Meeting, American Society for Enology and Viticulture, Davis, CA. (also: American Journal for Enology and Viticulture 56:170-181. 2005)

Sitios Recomendados

Cultivos de cobertura para zonas áridas

Información general sobre el manejo de un viñedo

Revisado por Patty Skinkis, Universidad Estatal de Oregón y Eric Stafne, Universidad Estatal de Oklahoma
Traducido por Maria G. Fabregas-Janeiro, Universidad Estatal de Oklahoma