Agalla de la Corona en las Uvas (Crown Gall in Grapes)

Copyright 2006 Melodie Putnam, Oregon State University Plant Clinic

Sintomas       Causas       Opciones de Manejo

Damon Smith, Universidad Estatal de Oklahoma

Figuras 1 y 2. Síntomas de las agallas de la corona en una planta de vid de un año de edad (Izq.), síntomas de agallas frescas en la unión del injertoen una planta de vid vieja. Fotografías tomadas por Damon Smith, Universidad Estatal de Oklahoma.

Síntomas de la agalla de la corona. Fotografías tomadas por Fritz Westover, Texas AgriLife Extension.

Síntomas

El síntoma más frecuente e identificable de la infección provocada por Agrobacterium es la formación de agallas. Las agallas típicamente se forman en los puntos de lesión o en las uniones del injerto cerca de la superficie del suelo (Figuras 1 y 2). Mientras que muchas agallas se formarán cerca de la superficie del suelo, la formación de agallas es también posible en los cordones o bastones del enrejado (Figura 3). Esta infección bacteriana es el resultado de una anormal expansión y deformación de las células de la planta en el sitio o cerca del sitio de la infección. Las agallas estarán formadas por células blancas de tejido carnoso (Figura 2). Cuando las agallas se hacen viejas se secan, y se ven como pedazos de corcho, dependiendo de la edad  de la lesión estas pueden también volverse quebradizas y escamosas (Figura 3). El agrietamiento y desprendimiento de la corteza en las plantas de vid, también puede estar asociado con el desarrollo de la agalla (Figura 3). Los síntomas de esta enfermedad pueden progresar muy despacio y reducir el vigor de la planta de vid poco a poco. Sin embargo, eventualmente se perderá la planta de vid, ya que  las agallas ceñirán el tallo de la planta (formando un anillo). En algunos casos, el desarrollo de las agallas es relativamente rápido y causa el estrangulamiento de la planta de vid en un periodo de tiempo relativamente corto. La formación de raíces aéreas también se ha asociado con esta enfermedad.

Causas

Figura 3. Agallas secas y grietas en la corteza de un cordón del enrejado. Fotografía tomada por Damon Smith, Universidad Estatal de Oklahoma.

Las agallas de la corona es causada principalmente por la bacteria Agrobacterium vitis. Sin embargo, A. tumefaciens (el agente causal predominante de la agalla de la corona en otros cultivos) también ha sido aislada en agallas de plantas de vid y ha sido asociada con la misma enfermedad pero en una frecuencia mucho más baja que la A. vitis. Información sobre  la agalla de la corona en plantas de vid han sido reportados alrededor del mundo, en países como China, Japón, Sud-África, y algunos países Europeos, del Medio Este, y del Norte y Sud América.

Una de las características mas importantes de la A. vitis es su capacidad para moverse y sobrevivir en el interior de la planta de vid. El término “supervivencia sistémica”, permite a la bacteria tomar ventaja de las lesiones provocadas por la congelación u otros factores externos y causar la enfermedad no solo a nivel del suelo, sino también en las partes aéreas de la planta (dosel). En la primavera, conforme la savia comienza a moverse de las raíces a los brotes, las células bacterianas son transportadas a través de la planta. La bacteria también puede diseminarse a través de cortes aparentemente sanos. Las plantas de vid pueden permanecer sin mostrar síntomas de la enfermedad por varios años hasta que las condiciones son favorables para el desarrollo de la enfermedad, como por ejemplo cuando se presentan lesiones por las heladas. Las agallas también se pueden formar en sitios que no son brotes, en la base de las estacas enraizadas, y en los injertos. Las plantas con agallas reducirán su vigor y rendimiento. La bacteria también puede causar la muerte (por necrosis) de las raíces. Un ataque grave puede matar a todas las plantas del viñedo. 

Aún cuando las plantas de vid infectadas seas removidas del viñedo, A. vitis puede sobrevivir por varios años en las raíces o en los restos de las uvas que quedan en el suelo. Como consecuencia, la erradicación de este patógeno de un viñedo infectado puede ser muy difícil. Investigaciones en uvas silvestres realizadas en Italia y en Nueva York han demostrado que las vides silvestres no están implicadas en la inoculación de la bacteria que causa las infecciones en los viñedos comerciales. La mayoría del inóculo se origina a partir de material vegetativo infestado, o en suelos que contienen residuos de uvas infestadas.

Mientras que el proceso de infección de A. vitis no ha sido estudiado con gran detalle, se considera un proceso muy similar al de las otras especies de Agrobacterium como A. tumefaciens, que causa la agalla de la corona en numerosas especies de plantas. Las lesiones por congelación y otro tipo de heridas en la vid juegan un papel muy importante en el proceso de infección de las plantas. Las lesiones no solo proporcionarán un modo de entrada (a través del corte) para el patógeno, sino que también producirán compuestos que al responder al estrés de la planta, atraerán a las bacterias a estos sitios.

Opciones de Manejo – Seleccionando el Material a Plantar en el Viñedo

El uso de variedades resistentes a la agalla de la corona es una de las mejores herramientas que el productor de uva puede utilizar para controlar esta enfermedad en su viñedo. La susceptibilidad de las plantas de vid a A. vitis varía entre las variedades de uva. En general, las variedades de Vitis vinífera son muy susceptibles a esta enfermedad, mientras que las variedades Americanas y los híbridos Franceses-Americanos presentan cierta resistencia a este patógeno. Las investigaciones realizadas han demostrado que el injerto de un vástago susceptible a un patrón resistente reduce significativamente la incidencia de la agalla de la corona en condiciones normales de campo. Aunque no se conoce bien, la resistencia aparentemente en el vástago susceptible puede limitar la supervivencia de la A. vitis en el portainjerto resistente o en la producción de compuestos por el patrón que son inhibidores de la bacteria. La propagación llamada “punta de tallos” o “yemas apicales’ (shoot tip), ha sido también utilizada para producir materiales vegetativos libres de A. vitis. Los investigadores han sido incapaces de detectar la bacteria en estos brotes verdes. En Nueva York, las vides propagadas a partir de cortes verdes de yemas apicales permanecen libres de la agalla de la corona bajo condiciones de climas fríos aún después de 7 años de crecimiento. Esta forma de propagación puede ser útil para productores que buscan mantener la calidad de su propio material genético, incluyendo el mantenerlo libre de enfermedades. Otra alternativa es la utilización de material vegetativo certificado. Mientras que el uso de material vegetativo certificado es considerado una práctica de manejo buena, hay que tener en cuenta que el que la bacteria no haya sido detectada no garantiza completamente que el material vegetativo este libre de la bacteria.

Opciones de Manejo Cultural

Prácticas culturales que mitiguen los daños mecánicos y los daños causados por el congelamiento han probado ser la manera más eficiente para el manejo de esta enfermedad. La selección adecuada del sitio del viñedo es crítica en las nuevas plantaciones de vid, por ejemplo, evitar suelos pesados en áreas húmedas donde son más probables las heladas (zonas bajas). Otra manera de ayudar al control de esta enfermedad es realizar una buena limpieza y desinfección cuando se eliminan las plantas que han sido infectadas. También tener mucho cuidado en eliminar la mayor cantidad del sistema radicular de las plantas enfermas cuando esto sea posible. El patógeno que provoca la agalla de la corona puede estar presente en altos niveles en el sistema radicular de las plantas infectadas. El remover y destruir la mayor parte del material vegetativo de la planta cuando sea posible reducirá la habilidad del patógeno para sobrevivir en el suelo. Algunas estrategias que pudiesen ser exitosas en el manejo de esta enfermedad son, exponer el suelo mediante barbechos durante periodos prolongados y/o plantar cultivos que no sean hospederos de esta bacteria. Sin embargo, el éxito de estas estrategias variará dependiendo del nivel de infestación del viñedo. Estas estrategias también pueden limitar el daño causado por nematodos del suelo. Algunos estudios han mostrado que la incidencia de la agalla de la corona esta correlacionada positivamente con el daño causado por nematodos. Por lo tanto, los productores deben realizar análisis del suelo para detectar la presencia de nematodos antes de que se realice la plantación del viñedo. Deben evitarse áreas que estén infestadas con el nematodo agallador de las raíces y utilizar siempre material genético (porta-injertos) resistentes a los nematodos.

Opciones de Manejo Químicas y Biológicas

Aunque varios productos químicos y de control biológico se encuentran disponibles para el control de la agalla de la corona causada por A. tumefaciens estos productos están dirigidos a otros cultivos, y no son efectivos para el control de esta enfermedad en plantas de vid infectadas con A. vitis. No existen productos químicos o controles biológicos confiables para el control de A. vitis. Sin embargo, las investigaciones que se realizan actualmente en control biológico son prometedoras. Por ejemplo, se han identificado sepas antagónicas a A. vitis que no producen agallas y pudieran usarse en un futuro para el control biológico de la agalla de la corona en la uva. Su eficiencia y su viabilidad comercial se están siendo evaluada actualmente alrededor del mundo.

Revisado por Fritz Westover, Oficina de Extension en Texas AgriLife y Stephen Jordan, Universidad de Wisconsin-Madison
Traducido por Maria G. Fabregas-Janeiro, Universidad Estatal de Oklahoma