Recolectando las mejores Muestras para Evaluar la Madurez de las Uvas (Collecting Berry Samples to Assess Grape Maturity)

 

William Nail, Estación Agrícola Experimental de Connecticut

Razones para llevar a cabo un Muestreo

El muestreo de frutos entre el periodo de envero y la cosecha se hace por varias razones. Este muestreo normalmente se usa para darle seguimiento a la maduración del fruto. Sin embargo, su uso más importante es para determinar el momento en que la fruta estará lista para ser cosechada. La meta es obtener una muestra que sea representativa. Por supuesto, con la inevitable limitación del tiempo de la temporada de cosecha.

Con el fin de asegurar un muestreo preciso, es vital recoger muestras al azar,  y que sean suficientemente grandes para ser representativas de la totalidad de la cosecha. Por lo tanto, las muestras no deben ser recogidas de plantas en las orillas (surcos o final de las hileras), y estas deberán incluir un bueno numero de uvas y/o racimos.

Diferencias en la Madurez

Muchos factores influyen en la maduración de la fruta dentro de un bloque en el viñedo. Las uvas expuestas al son tienden a madurar más temprano que las uvas en la sombra. La maduración también se ve afectada por la posición de los racimos en la planta y  por la posición de las propias uvas dentro del racimo. La posición de los racimos en el tallo también puede influir en la madurez del fruto.

Los racimos basales se desarrollan más temprano y por lo tanto madurarán más temprano, si los comparamos con los racimos distales. La fruta que recibe los rayos del sol en la mañana pero que está sombreada durante la tarde (muchas de las frutas orientadas hace el Este en hileras orientadas de Norte a Sur), no experimentarán las mismas condiciones ambientales que las frutas orientadas hacia el Oeste en la misma planta de vid, que madurarán más despacio. La muestra ideal de uvas deberá incluir frutas y racimos de todas las posiciones y orientaciones.

Como tomar las muestras

El muestreo puede llevarse a cabo recogiendo uvas o recogiendo todo el racimo. Para el muestreo de las uvas, es necesario recolectar un mínimo de 100 uvas. Para el muestreo de racimos, un mínimo de 20 racimos deben recolectarse. El muestreo de uvas normalmente toma más tiempo que el muestreo de racimos. Pero, si las uvas se cuentan, este muestreo puede proveer al productor de información valiosa sobre el promedio del peso de la uva, lo cual es un factor importante para la estimación y determinación del rendimiento. Las uvas en racimos enteros también pueden contarse, pero contar todas las uvas en 20 racimos o más, puede ser tedioso.

A menos de que se planee muestrear pequeñas parcelas de prueba que contengan diferentes variedades sembradas en hileras adyacentes, la tendencia natural del ser humano es hacia la falta de aleatoriedad. Esto puede ser superado en gran medida con una técnica de muestreo adecuada. Por ejemplo, seleccione las filas adyacentes que parezcan representativas del bloque del viñedo que se desee muestrear. Comience a muestrear en la tercera vid (o más) del final de la fila, seleccione una hoja en o cerca de la zona de la fruta al azar. Colecte su muestra del racimo que este más cercano a la hoja. Después, mire hacia abajo hacia hilera de enfrente a unos 20 metros y observe una hoja similar. Muestree el racimo que esté más cerca de la hoja. Repita alternando los lados del pasillo hasta que usted haya recogido una muestra adecuada. Recoger el mismo número de muestras en todas las hileras representadas incrementará la precisión de su muestra. Haga esto mismo en varios pares de hileras, si el bloque presenta una variación significativa en suelos, topografía, u otros factores que pudiesen afectar el crecimiento de la planta de vid. La observación y la experiencia son la mejor guía para determinar cuantas áreas del viñedo deben ser incluidas en la muestra.

Para el muestreo de uva, es importante considerar la diferencia en la posición de las uvas dentro del racimo (trate de no pensar acerca de la posición horizontal de la uva que tomó inicialmente – hacerlo al azar o aleatoriamente es la clave):

  • Dos uvas en lados opuestos de la parte superior del racimo.
  • Dos uvas de la parte de en medio del racimo, también de lados opuestos pero en un ángulo recto de las uvas en la parte superior.
  • Una sola uva de la punta del racimo.

Asegúrese de aplastar todas las uvas completamente antes de iniciar el análisis, ya que partes de una misma uva difieren en su composición. Por último, siempre compare los resultados de las muestras de la fruta con el mosto. Si los resultados no están altamente correlacionados, esto indicará la falta de aleatoriedad de su muestra. Sin embargo, si sus resultados difieren sistemáticamente pero de una manera predecible, usted podrá ajustar los valores encontrados cuando sea necesario  y tendrá suficiente información para tomar decisiones informadas en su viñedo.

Revisado por William McGlynn, Universidad Estatal de Oklahoma y Ed Hellman, Extensión Texas AgriLife

Traducido por Maria G. Fabregas-Janeiro, Universidad Estatal de Oklahoma