Oídio de la Vid (Powdery Mildew of Grapes)

Lorraine Berkett & Morgan Cromwell, Universidad de Vermont

Lesiones por el oídio. Fotografías tomadas por Lorraine Berkett, Universidad de Vermont.

Síntomas

Todos los tejidos verdes de la plantas de vid son susceptibles a la infección conocida como el oídio de la vid. Esta enfermedad aparece como una capa de polvo blanco-grisáceo en las hojas o en los frutos, este polvo es causado por el micelio del hongo y los conidios en la superficie de la planta. En las hojas, los síntomas iniciales aparecen como manchas cloróticas en la superficie superior de la hoja que pronto se convierten en lesiones blanquecinas. A finales de la temporada, aparecen pequeñas manchas negras (cleistotecios – fructificaciones de origen sexual) en donde originalmente estaban las manchas blancas. En los brotes, las áreas infectadas tienen la apariencia de manchas difusas  de color café-negruzco. En los troncos, estos parches son de color café-rojizo. Infecciones severas pueden causar la distorsión, el secado y la caída prematura de las hojas. Las uvas infectadas son cubiertas por el hongo, algunas de ellas se tornan cafés,  se arrugan, se abren o se rompen y/o podrían no madurar adecuadamente. La infección en las uvas puede conducir a otro tipo de infecciones por microorganismos que afecten la calidad del vino, aún cuando la infección por el Oídio sea muy leve.

Opciones Culturales de Manejo

El desarrollo de esta enfermedad es favorecida por las condiciones de alta humedad, días nublados, en adición a las temperaturas cálidas. Por lo tanto, las  prácticas que propicien la circulación del aire y la penetración de la luz solar, como son el podado y el guiado del dosel pueden reducir significativamente el desarrollo de esta enfermedad.

La selección de un  sitio abierto, la orientación de las hileras de manera que se favorezca la circulación del aire, y el buscar que los rayos del sol penetren directamente en toda la planta de vid (disminuyendo las áreas sombreadas), son factores muy importantes al establecer el viñedo. Estas prácticas culturales no solo pueden disminuir la incidencia y a gravedad de la enfermedad, sino que  también ayudarán a incrementar la cobertura de los compuestos  que se apliquen en espray  para controlar estos hongos.

Opciones Químicas de Manejo

Para manejar efectivamente el Oídio, la aplicación de fungicidas en espray al inicio de la temporada de crecimiento puede ser necesaria en viñedos con variedades altamente susceptibles y/o cuando la enfermedad se presentó en abundancia en años anteriores. Las esporas de los hongos (ascosporas) se liberan de los sitios donde pasaron el invierno (cleistotecios) que se encuentran en grietas de la corteza de las plantas de vid. La liberación de estas esporas se lleva a cabo desde la brotación, hasta poco después de la floración, cuando existen las condiciones adecuadas, o sea que el clima es lluvioso y las temperaturas están por encima de los 50ºF. Sin embargo, otras esporas (conidios) que se producen en lesiones  de la vid, continúan liberándose a través de toda la estación de crecimiento, la liberación y distribución de estas estructuras se lleva a cabo a través del viento. El momento más crítico para el control de esta enfermedad con fungicidas es inmediatamente antes de la floración y hasta dos a cuatro semanas después de la floración.

Es importante recordar que el Oídio puede ser también un problema durante las temporadas de secas, ya que las esporas (conidios) pueden ser diseminados por el viento y causar infecciones cuando exista alta humedad, estos conidios no necesitan que llueva para causar daño.

El manejo químico de esta enfermedad debe también considerar la resistencia de la enfermedad a los fungicidas. Consulte la guía de manejo (cheque los sitios recomendados) para información específica de fungicidas y su eficacia. 

Causas

El oídio es causado por el hongo Erysiphe necator (Schw.) Burr., el cual es originario del este de Norte América. El hongo inverna como pequeños cuerpos fructíferos negros (cleistotecios) en grietas de la corteza de la vid. Las esporas (ascosporas) son liberadas de sus sitios de invernación cuando se presenta 0.1 pulgadas de lluvia y las temperaturas alcanzan los 50ºF.  Estas esporas son transportadas por el viento y causan las lesiones primarias. Las lesiones primarias se convierten en lesiones secundarias cuando se produce el otro tipo de espora (conidio), el cual en seis u ocho días es el responsable de producir el polvillo blanco en las lesiones.

Estos conidios causan infecciones secundarias durante el resto de la estación de crecimiento y dan lugar a la propagación exponencial de la enfermedad en el viñedo. La infección puede ocurrir cuando se presentan temperaturas de 59ºF a 90ºF. Sin embargo, las temperaturas ideales son entre 68ºF a 77ºF. La alta humedad relativa es propicia para la producción de conidios y contrariamente la lluvia tiene un impacto negativo en la producción de estas esporas (lo cual es contrario a lo que pasa con otras enfermedades fungosas que atacan la vid). Las estructuras de invernación de este hongo (cleistotecios) se forman en el otoño y se instalan en las grietas de la corteza de los troncos de las plantas de vid donde pasan en invierno. Cuando la temporada de crecimiento se inicia se liberan las esporas y se inicia un nuevo ciclo de crecimiento.

Recursos Recomendados

Oídio de la Uva, Universidad de Cornell (Grapevine Powdery Mildew, Cornell University)

Oídio de la Uva, Universidad Estatal de Ohio (Powdery Mildew on Grape, Ohio State University)

Oídio de la Uva, Universidad de California (Grape Powdery Mildew, University of California)

New York y Pennsylvania Guia para el Manejo de Plagas en Uva (New York and Pennsylvania Pest Management Guidelines for Grapes)

Guía para el Manejo de Frutas Pequeñas y Guía para la Aspersión en la Uva MedioOeste (Midwest Small Fruit and Grape Spray Guide

Revisado por Stephen Jordan, Universidad de Wisconsin-Madison y Damon Smith, Universidad Estatal de Oklahoma
Traducido por Maria G. Fabregas-Janeiro, Universidad Estatal de Oklahoma