Ácaros de la Uva (Grape Rust Mite)

Patty Skinkis, Universidad Estatal de Oregón

Introducción

El Acaro de la Uva (Calepitrimerus vitis Nalepa), de la especie de ácaros  Eriophyid, se sabe que es un problema en algunas regiones vitivinícolas del Noreste del Pacifico de los Estados Unidos. Los ácaros son parásitos de las uvas Vitis vinífera. Debido a su daño económico potencial, este ácaro tiene el estatus de plaga en muchas regiones en donde se cultiva la uva, incluyendo Alemania, Francia, España, Suiza, Italia, Brasil, Australia, el Noroeste de los Estados Unidos (Bernard et al., 2005; Duso et al., 2010; Walton et al., 2007).

Daño Causado

Tallo infestado de ácaros -se observa muy poco desarrollado y deformado. Fotografía tomada por Patty Skinkis, Universidad Estatal de Oregón.

Los ácaros de la uva son animales muy pequeños (0.15 mm o 1/100 de pulgada de largo). Son fitófagos (se alimentan de plantas), prefieren alimentarse de los tejidos jóvenes de la uva al inicio de la primavera. Causan daños que conducen a la deformación de los tallos y de las hojas, lo que provoca necrosis superficial en las plantas, descrita como cicatrices. Se cree que estos ácaros prefieren tejidos nuevos, probablemente debido a la alta concentración de nutrientes. Sin embargo, esto no se ha confirmado. El ácaro se alimenta de las células de la planta insertando su estilete (pieza bucal) dentro de la célula y consumiendo su contenido (le toma entre 10 y 20 minutos alimentarse). La saliva de algunas especies de ácaros Eriophyid contiene hormonas de las plantas tales como las auxinas y citoquininas análogas. Cuando estas hormonas son depositadas dentro de las células de la planta, causan deformidades en la expansión de los tejidos de la planta (Petanović and Kielkiewicz, 2010). Generalmente estos ácaros se alimentan solamente de las células de la epidermis (la superficie) de los tejidos de las plantas, nunca penetrando la capa del floema.

Es muy poco probable que un ácaro cause daño alimentándose de una célula individual. Sin embargo, grandes poblaciones de ácaros en una pequeña superficie de tejido como las yemas y/o los brotes jóvenes pueden causar un daño significativo, como por ejemplo reducir la eficiencia fotosintética, el intercambio de gases y reducir el crecimiento de la planta. Estas son respuestas de la planta a la lesiones provocada por otros ácaros Eriophyid y otros insectos predadores (Petanović and Kielkiewicz, 2010). Los  daños causados por los ácaros son más extensos en las regiones con primaveras frías donde la población de ácaros es más activa, los tallos son pequeños y crecen más lentamente. En regiones más cálidas donde se cultiva la uva, las tasas de crecimiento más altas en primavera impiden el desarrollo de signos y síntomas frecuentemente asociados a las infestaciones por ácaros (Walton et al., 2007).

Síntomas de la Alimentación del Acaro

Decoloración de  Verano de la Hoja causada por la alimentación del ácaro, inicia como una mancha oscura verduzca-negra (en la mitad) y progresa a una mancha de color rojizo-café (derecha) y se distingue muy fácilmente de las hojas normales y sanas (izquierda). Fotografía tomada por Patty Skinkis, Universidad Estatal de Oregón.

Grandes poblaciones de ácaros en los tejidos jóvenes de las vides durante la primavera, puede causar daños significativos en los tejidos. El retraso en el crecimiento de las plantas en la primavera es más común y más visible en la etapa de desarrollo de la octava a la decima hoja. Los síntomas asociados con la alimentación del acaro incluye lo siguiente:

  • Retraso en el crecimiento de los brotes tiernos a principios de la primavera.
  • Cicatrización del tejido del tallo, a menudo en la parte basal de los brotes.
  • Deformidad y arrugado de las hojas.
  • Inflorescencias dañadas (lo cual puede conducir a una disminución del rendimiento).
  • Bronceado/decoloración de las hojas a finales de verano.

Los brotes o tallos que sufrieron un daño ligero por ácaros suelen superar el retraso en el crecimiento a finales de la primavera y alcanzar su tamaño normal. Sin embargo, las vides que fueron expuestas a una población significativamente grande de ácaros posiblemente presentan daños en las puntas de los brotes y en las flores como resultado de la alimentación de los ácaros poco después de la brotación. En estos casos, los rendimientos pueden ser afectados. Los viñedos que tienen alta poblaciones de ácaros en los doseles durante el verano pueden presentar decoloración en las hojas. Esta decoloración parece depender del clima y de la densidad de la plaga. La decoloración aparece primero como un área negruzca que cambia de color a una área bronce-rojiza al final de la temporada. La presencia de esta decoloración puede ser un indicador de una población potencialmente alta de ácaros en movimiento hacia sus sitios de invernación, y puede potencialmente causar serios daños a las plantas durante la siguiente primavera. En algunos casos, altas poblaciones de ácaros pueden no provocar decoloración de los tejidos de la hoja.

Identificando la Presencia del Acaro

Una uva con acariosis se muestra en la parte inferior de los tejidos de las hojas jóvenes en primavera. Fotografía tomada porR. Paul Schreiner, USDA-ARS.

Es de suma importancia determinar si hay ácaros presentes y si estos están causando daños antes de implementar cualquier práctica de manejo. Muchos factores pueden contribuir al retraso del crecimiento de las plantas de vid durante la primavera, entre ellos la dominancia apical, las heladas, el daño por el frio, los trips, la filoxera, las deficiencias de nutrientes, las uniones de los injertos, las raíces dañadas, y la baja reserva de carbohidratos. Para la verificación de la presencia de ácaros en los viñedos se requerirá de una recopilación sistemática de tallos y brotes  y de la exploración de la superficie de estos tejidos con un microscopio estereoscópico. Estos ácaros son muy pequeños (0.15 mm o 0.001 pulgadas de largo) y muy difíciles de ver sin al menos un lente de aumento de 40 X (aunque un aumento de 60 X a 80 X es mejor para checar la presencia de estos ácaros).

Hay ciertos tiempos en donde deben muestrearse los tejidos: durante la época de invernación (yemas, debajo de la corteza de la caña y en las cabezas de los troncos), tallos/hojas al principio de la primavera, y las hojas durante el verano.

Se sabe que los ácaros pasan el invierno en las escamas exteriores y se pueden encontrar, quitando las escamas o cortezas de los tallos o troncos durante la época de inverno. También puede considerarse el buscar debajo de los troncos, cordones y cañas. Es probable que la mayor parte de las poblaciones de ácaros estén debajo de la corteza en comparación con los brotes exteriores y checar la corteza ayudara a estimar mejor la densidad de la población. Durante la primavera es la mejor época para detectar a los ácaros revisando los brotes o tallos. Es más fácil observar a los ácaros bajo el microscopio en los tallos cortos a principios de la primavera en lugar de tratar de hacerlo en los tallos más largos más tarde, ya que habrá menos área para escanear. Los ácaros han sido observados en casi todas las áreas de los tallos o brotes de las vides infestadas, incluyendo hojas, tallos, punta de los brotes e inflorescencias. Sin embargo, se presenta a menudo una mayor incidencia y densidad de los ácaros en la parte basal de una o dos hojas.

Los ácaros también se han encontrado en la parte del envés de las hojas. Estos tienden a esconderse debajo de la delgada superficie peludita de las hojas, cerca de las venas que se unen al  final del peciolo. Esta superficie peludita debe removerse con una pinza para poder observar a los ácaros debajo de esta superficie. Durante el verano, las hojas se recogen y se escanean o revisan con una lupa. Sin embargo, existe mucha más superficie por revisar, por lo que determinar la densidad de la población de los ácaros es muy difícil, sin embargo revisar las hojas nos ayuda a detectar la presencia de esta plaga.

Sabiendo que se busca

Use una lupa. Los ácaros tienen una forma de granos de arroz, tienen cuatro patas en la parte anterior del cuerpo. La parte posterior del cuerpo tiene forma cónica mientras que la anterior es más amplia y angular. Dependiendo de la edad, el acaro de la uva varia de tamaño y color. Los ácaros más jóvenes se ven blancos, mientras que los más viejos se ven color ámbar. Huevos de ácaros pueden encontrarse alrededor de los ácaros adultos, son de forma esférica, de color claro a translucido.

Los umbrales de la infestación

Un racimo de uvas con acariosis puede verse rodeado de los pelillos de las plantas que son prolíficos en tejidos de hojas jóvenes en el comienzo de la temporada. Los huevos son de color translucido blanco y pueden verse mejor en la parte inferior derecha de la imagen (flechas amarillas). Esta foto fue tomada con un lente  80 X. Fotografía tomada por R. Paul Schreiner, USDA-ARS.

Mientras que la búsqueda de ácaros puede darle una idea de la presencia de la plaga, es muy difícil determinar la densidad de la población y el impacto que esta tendrá en el crecimiento del viñedo. Hay poca información disponible en relación a los niveles (umbrales) y al impacto económico de los ácaros durante la temporada de crecimiento o en la temporada de invernación. Sin embargo, aproximadamente de 400 a 1000 ácaros por tallo o espuela causará un daño significativo en las hojas y los tallos. Este estudio se condujo en Australia y está basado en la recolección de ácaros durante su migración de los sitios de invernación en la primavera, utilizando trampas adhesivas (Bernard et al., 2005).

Patrones de Infestación

Durante los últimos cinco años, se han realizado investigaciones sobre el ácaro de la uva en Oregón, el objetivo de estas investigaciones fue el entender mejor a la plaga y los daños económicos que esta causa. La presencia del ácaro de la uva y los daños asociados con sus hábitos de alimentación han sido relacionados normalmente a las plantas de vid jóvenes (menos de tres años de edad) en las regiones de crecimiento frías en Oregón. Del mismo modo, la presencia del ácaro se ha relacionado con viñedos jóvenes (uno o dos años de edad) en Europa (Zandigiacomo and Frausin, 1998). Estos hallazgos sugieren que los porta-injertos y/o estacas provenientes de los viveros ya vienen infestados con ácaros Eriophyid antes de ser sembrados. Sin embargo, hay casos en los que los viñedos maduros presentan infestaciones, y en ambos casos – vides jóvenes y maduras – y  los patrones de infestación aparecen al azar y en grupos. Esta distribución puede ser debido al mecanismo de dispersión de los ácaros. Los ácaros de la uva pueden moverse a través de los doseles, con el viento y también ser transportados por los humanos. Los ácaros se mueven mas efectivamente con el viento, seguido por el transporte de esta plaga por los humanos (Duso et al., 2010; Michalska et al., 2010).

Investigaciones sobre el comportamiento de los ácaros sugieren que estos animales tienen la habilidad de distinguir entre una planta hospedera y una que no es su hospedera (Michalska et al., 2010). Sin embargo, su habilidad para “escoger” determinada planta de vid o viñedo no ha sido determinada. El tema de la elección puede ser una combinación entre la preferencia del ácaro y otros factores como la ampliación de la población en el entorno adecuado, la perdida de predadores naturales, y los factores fisiológicos de la planta, más que la atracción de grandes poblaciones de ácaros a un sitio determinado. 

Manejando la Población de Ácaros de la Uva

La alimentación de los ácaros al inicio de la temporada de crecimiento ha sido manejada eficientemente aplicando azufre durante el período de invernación (brote de lana), y asperjando nuevamente en la brotación  (Bernard et al., 2005; Walton et al., 2007b). Sin embargo, esta estrategia de asperjar azufre no es efectiva en climas persistentes fríos y lluviosos. Durante los periodos de clima frio, el crecimiento de los tejidos es muy lento y puede conducir a un efecto combinado en la alimentación del ácaro.

Debido a que la presencia del ácaro más tarde en la estación de crecimiento puede no presentar síntomas visuales, es muy difícil determinar si el asperjar con azufre fue efectivo a menos que el número de ácaros sea monitoreado y el daño sea determinado. Asperjar con azufre al final de la temporada no ha sido efectivo en el manejo de la población de ácaros debido a que de la mitad al final del verano los ácaros emigran hacia sus sitios de invernación (cortezas, cañas, y troncos), y ahí están protegidos.

Durante la temporada de crecimiento, se evita la aplicación de acaricidas para prevenir la reducción significativa de la población de ácaros predadores, los cual pudiese ayudar a controlar esta plaga. La aplicación de azufre en los viñedos como fungicida puede también reducir el número de ácaros de verano de la uva. Sin embargo, la población puede aumentar una vez que estos aerosoles dejen de aplicarse y que otros fungicidas alternativos sean usados.

Literatura Citada

Bernard, M. B., P.A. Horne, A.A. Hoffmann. 2005. Eriophyoid mite damage in Vitis vinifera (grapevine) in Australia: Calepitrimerus vitis and Colomerus vitis (Acari: Eriophyidae) as the common cause of widespread ‘Restricted Spring Growth’ syndrome. Experimental and Applied Acarology 35: 83-109.

Duso, C., M. Castanoli, S. Simoni, G. Angeli. 2010. The impact of eriophyoids on crops: recent issues on Aculus schlechtendali, Calepitrimerus vitis and Aculops lycopersici. Experimental and Applied Acarology 51: 151-168.

McNally, P.S., C. Fogg, J. Flynn, J. Horenstein. 1985. Thrips damage in Chenin blanc grapes. California Agriculture. Jan-Feb:23-25.

Michalska, K., A. Skoracka, D. Navia, J.W. Amrine. 2010. Behavioral studies on eriophyid mites: an overview. Experimental and Applied Acarology 51:31-59.

Petanović, R. and M. Kielkiewicz. 2010. Plant-eriophyoid mite interactions: cellular biochemistry and metabolic responses induced in mite-injured plants. Part I. Experimental and Applied Acarology 51:61-80.

Petanović, R. and M. Kielkiewicz. 2010. Plant-eriophyoid mite interactions: specific and unspecific morphological alterations. Part II. Experimental and Applied Acarology 51:81-91.

Walton, V., A.J. Dreves, D.H. Gent, R.R. Martin, U. Chambers, P.A. Skinkis. 2007. Relationship Between Rust Mites, Calepitrimerus vitis (Acari: Eriophyidae), Bud Mites, Colomerus vitis (Acari: Eriophyidae) and Short Shoot Syndrome in Oregon Vineyards. International Journal of Acarology 33:1-12.

Walton, V., A. Dreves, P. Skinkis. 2007b. Short Shoot Syndrome of Grapes in the Pacific Northwest. OSU Extension Publishing. EM-8944-E.

Zandigiacomo, P. and C. Frausin. 1998. Problemi entomologici del vivaismo viticolo in Friuli-Venezia Giulia. Informatore Fitopatologico 48:10–14.

Sitios Recomendados

Deformaciones de las Vides en Crecimiento – Una guía para identificar síntomas, Oficina de Extensión, Universidad Estatal de Oregón (Grapevine Growth Distortion – A Guide to Identifying Symptoms, Oregon State University Extension)

Síndrome del Tallo Corto en Uvas en el Noroeste del Pacifico EM-8944-E, Oficina de Extensión, Universidad Estatal de Oregón (Short Shoot Syndrome of Grapes in the Pacific Northwest. EM-8944-E, Oregon State University Extension)

Revisado por Eric Rebek, Universidad Estatal de Oklahoma y Elina Coneva, Universidad de Auburn

Traducido por Maria G. Fabregas-Janeiro, Universidad Estatal de Oklahoma